Ya vimos que se recomienda comenzar a practicar esquí a partir de los 3-4 años, hace siglos Hipócrates recordaba que las diferentes partes del cuerpo tienen una función y que si se usan con moderación y se ejercitan, se conservan saludables, bien desarrolladas y envejecen lentamente. En el portal Esqui.com dan una serie de consejos excelentes relativos a la práctica de este deporte de invierno:
La práctica del snow y del esquí ayuda a mejorar el esquema corporal, la lateralidad y la orientación espacio-temporal del individuo y dentro del grupo, hecho que ayudan a tener un control adecuado del cuerpo y como consecuencia una mejor imagen de uno mismo. El esquí es un deporte para toda la vida –lifelong sport, se practica a cualquier edad- y el aprendizaje cuando somos niños y adolescentes tienen la ventaja de la ausencia del miedo, una mayor flexibilidad y una agilidad que luego se va perdiendo. A través del deporte el niño y el adolescente interaccionan con el mundo que los rodea, lo conocen, se adaptan, pueden superarse y vencer los conflictos que se van encontrando, deben tomar decisiones y valorar sus consecuencias. A su vez van incorporando unas normas, unos hábitos y una metodología implícita en el deporte, como es el caso del esquí o del snow, que les permiten una mejor adaptación a su entorno.
La motivación surge de la posibilidad que ofrece el deporte de poder competir, socializarse y disfrutar de una actividad divertida y estimulante. El esquí en grupo y el snow ofrecen estos componentes en un entorno al aire libre, en contacto con la naturaleza, que aporta beneficios tanto psicológicos como inmunitarios, ya que la exposición a agentes externos favorece la creación de defensas y mejora el sistema inmunitario.
¿Se puede pedir más?
Se puede pedir que esta iniciación o perfeccionamiento de la práctica del esquí sea íntegramente en inglés, adaptado al curso y al nivel de la clase con profesores nativos y con diferentes acentos.
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